Los beneficios de la seguridad gestionada

Seguridad gestionada en la era digital

La prosperidad de un negocio siempre ha dependido, en buena medida, de que sus operaciones se puedan llevar a cabo sin la injerencia de amenazas internas o externas. En la era digital esto se ha vuelto todavía más cierto, ya que de acuerdo con el informe anual Voice of the CISO de la compañía Proofpoint, el 72% de los Chief Information Security Officers que trabajan en empresas españolas temen sufrir un ciberataque importante. El mismo estudio revela que el 64% cree no estar en condiciones de hacer frente a este tipo de asaltos y que el 58% asegura haber tenido que lidiar con la pérdida de datos sensibles en el último año. Ante un panorama como este, los servicios de seguridad gestionada están recibiendo cada vez más atención.

Elevando la protección en la era digital

Hasta ahora, el simple empleo de firewalls y antivirus era a ojos de muchos empresarios la mejor manera de protegerse ante las amenazas del entorno digital, pero la creciente complejidad e intensidad de los ciberataques está evidenciando la necesidad de un sistema más sofisticado. La seguridad gestionada permite a las compañías externalizar la gestión de su protección informática, dejándola en manos de proveedores especializados que plantean un enfoque integral para proteger los sistemas, los datos y las redes. Se trata de un servicio continuado que implica una vigilancia constante y una respuesta proactiva a las amenazas de una infraestructura digital.

Una de las principales ventajas de este sistema es su capacidad de adaptación a la empresa cliente. Ateniéndose a las necesidades específicas, la seguridad gestionada puede anticiparse, detectar y dar respuesta a una notable variedad de incidentes, como la infiltración de malware y los intentos de phishing a los empleados. Al depender también del criterio de profesionales humanos y no tratarse de la aplicación de un sencillo pack de herramientas, el seguimiento acaba siendo mucho más efectivo. Este se lleva a cabo, además, durante toda la semana y a lo largo de las 24 horas del día.

Protección integral y cumplimiento normativo

Otro factor a tener en cuenta es que la seguridad gestionada va más allá de la defensa ante ataques cibernéticos, pues también se encarga del cumplimiento de las regulaciones de privacidad, especialmente relevantes en territorios donde se aplican leyes estrictas en el campo de la protección de datos. La salvaguarda de información confidencial es, del mismo modo, crucial para establecer relaciones de confianza con los diversos socios comerciales y los clientes. Esta es una de las mayores prioridades de los dirigentes de cualquier compañía, sin importar su tamaño y el alcance de sus negocios.

En la línea de ser un servicio de carácter integral, el servicio de seguridad gestionada incluye la consultoría experta de sus responsables. Esto quiere decir que los profesionales a cargo de la protección y el monitoreo de los sistemas son capaces de asesorar al equipo de las empresas para proponerles mejores prácticas de seguridad, asistir en la implementación de políticas y procedimientos efectivos y ofrecer sesiones de capacitación. El aprendizaje de estos criterios es invaluable para estar al día de las últimas novedades en materia de gestión de riesgos y análisis de vulnerabilidades por lo que respecta al entorno digital. Además, la adquisición de conocimientos tiene un impacto duradero en cómo opera el equipo de la empresa en sí.

Inversión inteligente en ciberseguridad

Aunque la contratación de un proveedor de seguridad gestionada supone un gasto añadido para una compañía, lo cierto es que en muchos casos puede significar un ahorro, ya que la manutención de un equipo de seguridad interno que abarque todas las funciones acostumbra a ser costoso. Por otro lado, como se comentaba anteriormente, la función de consultoría experta cubre hasta cierto punto la formación del personal en materia de ciberseguridad, evitando parte de los costes asociados. El ahorro no solo se llega a producir a nivel de gasto económico, sino que se traduce igualmente en más tiempo para que los empleados puedan desarrollar sus operaciones y perseguir las metas de negocio sin tener el ojo puesto en la protección informática.

Como es de esperar, los proveedores de estos servicios abarcan entornos tan relevantes como la nube, que está en constante expansión dentro del ámbito digital. Tampoco se ausentan de la integración de sistemas de encriptación de contenido, autentificaciones multifactor y accesos seguros en remoto. Es importante que los directivos se den cuenta de que recurrir a la seguridad gestionada no solo es solo un recurso para proteger la actividad empresarial, sino que también sirve como herramienta que protege el futuro del negocio frente a la digitalización cambiante. Por ello, apostar por estos servicios, más que una necesidad, es una inversión inteligente con repercusiones positivas que se van concatenando a largo plazo.